Fuente: El Diario de la Cumbre
La III Cumbre Cooperativa de las Américas llega a su fin hoy. Cuatro días de encuentros, foros, plenarias, propuestas, análisis, debate, conclusiones, recomendaciones y, especialmente, de esperanzas en las inmensas posibilidades que ofrece el modelo cooperativo y solidario para generar una sociedad diferente, en donde el ser humano sea el centro de sus preocupaciones, el bienestar colectivo un propósito común y avanzar hacia una cultura social, económica y medioambiental se convierta en un imperativo para asegurar la prosperidad de todos.
Circular entre la marea humana de asistentes, hablar en español con variado acento, inglés o portugués sobre los temas comunes, reconocer el potencial de desarrollo de nuestro modelo en el continente americano, conversar con nuevos amigos detrás de un delicioso café colombiano, despedirnos con la certeza de volver a abrazarnos más adelante para compartir las buenas prácticas aprendidas o validadas en esta ocasión son parte de las múltiples ganancias en esta Cumbre.
Nuestro compromiso permanente con la promoción del modelo y el impulso de la educación como factor esencial para mostrar la diferencia cooperativa, sumada a la perseverancia en mostrar la fuerza, la validez y el poder de la comunicación cooperativa, creando nuevos lenguajes y formas, adoptando metodologías diversas y convirtiendo la pedagogía de la cooperación y la solidaridad en un “cuento” cercano a la gente nos permitieron llegar a muchos de ustedes, a través de nuestras presentaciones en los foros y encuentros sectoriales.
El Diario de la Cumbre, una iniciativa construida por el equipo de dirección y edu-comunicación de ASCOOP, apoyada por varias de nuestras entidades asociadas, producido en Cartagena, coordinado en Bogotá, diagramado en Popayán, impreso en Barranquilla y distribuido a primera hora en la sede de la Cumbre en Cartagena constituye en una prueba de la importancia estratégica de la comunicación cooperativa, la producción permanente de contenidos de calidad y la versatilidad en el uso de los medios de comunicación y las tecnologías modernas.
De paso nos demuestra todo lo que en materia de comunicación activa podemos hacer las cooperativas, que sólo depende de nosotros, de nuestra capacidad de decisión y también de nuestra voluntad política y, claro, del respaldo de directivos de nuestra organizaciones que están viendo en el horizonte amplio las verdaderas oportunidades cooperativas. A todos ellos gracias.
Y a ustedes queridos lectores y entusiastas cooperativistas por seguirnos durante estos cuatro días, por preguntar por la siguiente edición, por comentar los contenidos y por estimular este tipo de iniciativas. Al equipo de redacción, edición diagramación, armada, impresión y transporte muchas gracias. Sus esfuerzo de madrugada convirtieron una idea en 1500 ejemplares diarios, recibidos con expectativa e interés por los asistentes.
A la Alianza Cooperativa Internacional–Cooperativas de las Américas y a Confecoop gracias por apoyar esta iniciativa, con la cual cumplimos con nuestro propósito institucional: Ascoop – ¡Cooperativismo Siempre!
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