lunes, 16 de mayo de 2016

A Robert Owen en su aniversario


Fuente: Prof. Oscar Bastidas Delgado.
            oscarbastidasdelgado@gmail.com

En contraste con la concepción de las utopías como sueños imposibles  o quimeras, mi buen profesor Henri Desroche, director de estudios de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales y del Colegio Cooperativo de Paris afirmaba que podían entenderse como “proyectos imaginarios pero realizable de una sociedad alternativa”, colocando énfasis en dos condiciones claramente establecidas en ese concepto: 1.- referirse solo a sociedades y 2.- ser realizables. Las utopías han orientado a manera de visión de futuro y lo largo de siglos los sueños y las acciones cotidianas de inmensos contingentes humanos, entre ellos los de los actores de las Organizaciones de la Economía Social (OESs).


Pueden encontrarse utopías escritas y prácticas, utopistas en una de estas situaciones, y otros que no se conformaron con escribir sino que pusieron en marcha sus concepciones concediendo a sus vidas la sinergia de un sentido conceptual, la utopía, con una direccionalidad, la práctica, que los distingue y destaca por su coherencia humana, tal es el caso de Robert Owen (14/5/1771-1858), autodidacta e industrial innovador en técnicas y sistemas sociales nacido hace 245 años.

Efectivamente, existieron utopías escritas como La República de Platón (428-347 a. de C), la Utopía de Tomás Moro (1480-1535), La Nueva Atlántida de Francis Bacon (1561-1626) y Viaje a Icaria de Etienne Cabet (1788-1856). También destacaron  John Bellers (1654-1725) quien en 1695 hizo una exposición de sus doctrinas en el trabajo "Proposiciones para la Creación de una Asociación de Trabajo de todas las Industrias Útiles y de la Agricultura"; Claude Henrri de Rouvroy o Henri de Saint Simon  o Conde de Saint Simon (1760-1825), socialista francés que entusiasmo ciertos sectores; y Owen con su Asociación de Todas las Clases de Todas las Naciones (Londres, 1835).

También se encuentran las prácticas como las de Charles Fourier (1772-1837), quien pregonaba una sociedad fundada sobre pequeñas asociaciones autónomas: los falansterios; el médico William King (1786-1865) quien impulsó el cooperativismo de consumo al igual que el comerciante Michel Derrion (1802-1850); Philippe  Bouchez (1796-1865) que ponían en marcha sistemas cooperativos con efectos de altísima importancia; Louis Blanc (1812-1882), apóstol de las cooperativas creador de los Talleres Sociales de Clichy, quien junto a Bouchez impulso el cooperativismo de producción; Pierre - Joseph Proudhon (1809-1865) que destacó en cuanto a los cimientos del mutualismo y luego en propuestas del pensamiento anarquista; J. Deluze; W. Weitling; Friedrich Wilhem Raiffeisen (1818-1888), con su mezcla religiosa-cooperativa, fundador de las cajas rurales en Alemania; Herman Schultze-Delistz (1808-1883) también alemán, fundador de las cajas populares orientadas principalmente para servir a los artesanos y pequeños industriales de las ciudades; Luigi Luzatti (1841-1927)  con sus cooperativas de crédito italianas (1863); y otra vez Owen con sus ideas llevadas a la práctica al organizar las colonias de New Lanark en Inglaterra y la de Nueva Armonía en Indiana  (USA).

Esa riqueza de propuestas, apoyada en acciones cotidianas contra problemas también cotidianos, fue impulsada por ese “residuo de excluidos y perdedores” y otros sectores que veían lo negativo del capitalismo creciente. A esas manifestaciones de entreayuda y solidaridad en diversos ámbitos, apoyadas en experiencias de  gremios y cofradías se agregaron formulas asociacionistas mas complejas: asociaciones propiamente tales, mutuales con obvios fines de previsión social, y experiencias propiamente cooperativas como una de consumo en Zabaikalie, Rusia, una de construcción en Filadelfia, y otra avícola en Irlanda, las tres en 1831.

Sigue la primera cooperativa de producción en Francia: “l’Association chrétienne des bijoutiers en doré”, fundada por cuatro obreros parisinos en 1834; y una de consumo en Lión, “Le commerce veridique et social” de 1835, por cuya fundación el lionés Michel Derrion fue condenado en 1840. No fue sino el 21 de diciembre de 1844 cuando se constituye la Sociedad de los Equitativos Pioneros de Rochadle, que fue la primera en sistematizar y escribir sus pautas de funcionamiento, las mismas que originaron los hoy conocidos Principios Cooperativos; esta experiencia, al igual que el cooperativismo de consumo impulsado por William King, fue calificada por Desroche como una utopía practica.

Hoy se cumplen entonces 245 años del nacimiento de Owen. Sin duda fue el verdadero precursor del pensamiento cooperativo, numerosos conceptos suyos fueron tomados por “los honrados pioneros de Rochdale”. Fue quien sentó los precedentes  de la integración cooperativa internacional con su propuesta  de la Asociación de Todas las Clases de Todas las Naciones en la que se inspiraron los organizadores del Congreso de Cooperativas Inglesas (Plymouth, 1886) y los constituyentes de la Asociación de Amigos de la Cooperación de Producción (Londres, 1892) celebrado por cooperativas de producción  de varios países.

También en sus ideas se inspiraron cooperativistas de diversos países para constituir en Londres, el 19 de agosto de 1895, la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), organismo cúpula de integración del cooperativismo mundial, cuyo brazo activo para nuestro continente, Cooperativas de las Américas (antes ACI-Américas),  celebrara en Montevideo la IV Cumbre Cooperativa de las Américas del 14 al 18 de noviembre en la idea de fortalecer el desarrollo sostenible, cumbre se desarrollara sobre tres ejes: 1.- Poder, mercado y desarrollo; 2.- Economía Social y Solidaria, estrategias de fortalecimiento; y 3. Contribución de las cooperativas a los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  

No hay comentarios:

Publicar un comentario